Al verla puedo dibujar a esa mujer de brazos abiertos
que me besa sin rechistar, un trapecio que siempre me embriagará
viene y va, viene y va, viene y va, viene y va…
Oro y cobre jugarán, miles de ratas por el arcén, su luna entera sonreirá y a su verbena me-llevará: Es la ciudad.
Hay dulces bocas que morder, bufones de migajas bobas,
un millón de muertos que me dan regalos huecos y arañazos,
sin decir más, decir más, sin decir más, decir más
El fuego abierto me hará amar a esa maldita y a su hogar con niños golfos, tipos ciegos persiguiendo el no va más: Es la ciudad