EL GRIS MAÑANA (…que espera a los jóvenes preparados…)
Sueña con verdad tu sueño, era tu epitafio rosa.
No hay flores, sí desierto: no era un vergel.
Admiraba tus silencios cuando era un inocente,
ahora levito en el techo y tú hablas de más.
Sigo solo, bailando con las piernas rotas, aceptando las derrotas.
Soy el hoy de tu egoísmo lanzándome a la otra orilla mientras ves la tierra seca, donde habitaré.
No te hablo por joder, no te hablo de vencer:
Me refiero al gris mañana.